Cuando menos lo pensamos, cuando menos buscamos, tal vez incluso cuando menos lo imaginamos... un mundo de malvaviscos, de paletas, chupetines, chocolates y gomitas puede aparecer adelante nuestro. Solo hace falta un ingrediente además de cerrar los ojos, y no es polvo de hadas, ni un millón de pesos, simplemente tenes que dejar a tu mente volar, volar e imaginar mas allá de lo posible.